El fabricante de un producto o el cliente son los responsables de determinar la clasificación de dicho producto, es decir, el nivel de cumplimiento o compromiso que debe regirse en el proceso de modificación, retrabajo, reparación o reacondicionamiento del mismo.

Algunos piensan que esto es realmente lo que determina el grado de exigencia que se requiere  a cada producto, aunque lo ideal el la búsqueda continua de la calidad del producto.

Cuando hablamos de realizar un retrabajo, una modificación  una reparación de un circuito electrónico debemos seleccionar un nivel apropiado de cumplimiento con los requerimientos originales eléctricos, mecánicos, físicos, visuales o ambientales del producto.

Existen tres niveles de cumplimiento:

– Nivel de cumplimiento mas Bajo.
– Nivel de cumplimiento Medio.
– Nivel de cumplimiento mas Alto

Lo ideal (clase 3) es que cuando realicemos algún trabajo en un circuito o componente éste quede lo mas cercano a duplicar las características físicas del original en cuanto a su forma y función, o sea, re-establecer el carácter original de los productos: “dejarlo como estaba”.

Debemos tener en cuenta también que la última palabra en cuanto a aceptabilidad o criterios la tiene el cliente y que como manual o guía podemos utilizar  normas de reconocimiento internacional como  la IPC-A-610 o  IPC-7711/7721.