España siempre fue un país eminentemente “reparador” donde el servicio técnico jugaba un papel relevante en el mantenimiento de los equipos electrónicos.

La televisión y el video eran los electrodomésticos por excelencia y sustentaban en gran medida el ingente número de servicios técnicos, pero la selección natural en este sector llegaría tarde o temprano.

El desarrollo tecnológico de los circuitos electrónicos cada vez más complejos y a veces la falta de apoyo o respuesta de los fabricantes hizo que junto con la reducción drástica del precio de los productos los servicios técnicos fueran reduciendo en número.

Ahora entran en escena nuevos equipos electrónicos muy en boga entre los consumidores y que están vinculados al ocio. Las consolas de video juegos ocupan el primer puesto de este estatus del ocio.

Podríamos decir que desde hace años estamos experimentando un resurgir de los servicios técnicos de reparación vinculados preferentemente a este sector. El perfil de estas empresas difiere de los servicios técnicos, llamémosles tradicionales, en cuanto a su gran dinamismo y relación con  la red.

No se generaliza la idea del servicio técnico oficial vinculado directamente a una marca comercial y que bajo su apoyo dé servicio post-venta del producto.

Existen excepciones que se salen de la electrónica vinculada a los electrodomésticos como son los equipos de alta gama o valor añadido encuadrados en sectores como electro medicina, telecomunicaciones.

La telefonía móvil es un producto muy interesante de valorar por su rápida penetración en el mercado de consumo masivo donde muchos  factores jugaron un papel decisivo para el desarrollo de los servicios técnicos de reparación.  Actualmente los servicios técnicos que permanecen están directamente vinculados a operadoras y fabricantes.

Ante la falta de componentes originales de fabrica como son los BGA, el reballing o rebolado del componente juega un papel principal a la hora de realizar una reparación en el circuito electrónico, si bien es cierto que en la mayoría de los casos los servicios técnicos cuando detectan un posible fallo de este componente lo que realizan es lo más aproximado a un doble reflow dependiendo de los medios.

Cuando un servicio técnico se encuentra con un fallo achacable a un BGA como puede ser las “tres luces rojas” de la consola Xbox y vemos en la red la documentación relativa, podemos comprobar la cantidad de información, cuanto menos imprecisa, que aparece.

Deberíamos hacernos las siguientes preguntas cuando queremos acometer esta reparación:

– ¿Qué defectivo o fallo tras la reparación estamos dispuestos a asumir?

– ¿Vamos a tener el componente original?

– ¿Vamos a comprar el componente rebolado o vamos a realizarlo nosotros?

– ¿Qué garantías tengo de que si compro un componente rebolado fuera éste se encuentra en optimas condiciones y correctamente empaquetado?

– ¿Dispongo de control de humedad en los componentes BGA?

– ¿Tengo una zona EPA controlada?

– ¿Estamos trabajando en un entorno con plomo?

– ¿Conozco el proceso de refusión?

– ¿Opto por un equipo de aire o infrarrojos?

– ¿Qué potencia mínima necesito en el equipo?

– ¿Qué control térmico utilizo en el equipo?

– ¿Cómo gestiona mi equipo la información?

– ¿Cómo se la temperatura que alcanza el componente durante el proceso?

– ¿Cuántas etapas tiene mi perfil térmico?

– ¿Qué gradientes necesito?

El proceso de retrabajo con componentes SMD tipo BGA o QFN está establecido en el mercado de la fabricación y reparación desde hace más de quince años y por lo tanto es un componente conocido. No hay que tener ningún problema para desoldar  y soldar un BGA  con plenas garantías mientras que dispongamos del conocimiento del proceso y un equipo adecuado