La contaminación que se encuentra en los extremos de los conectores de fibra óptica se puede clasificar, en términos generales, en tres categorías básicas: partículas, aceites y sales. Cada uno de estos contaminantes requiere un método de limpieza específico que permita una eliminación adecuada de los residuos.
A continuación, vamos a conocer por qué se producen los diferentes tipos de contaminación y que tipo de productos son idóneos para su limpieza.
1. Partículas: Las partículas son sólidos que generalmente se mantienen en los extremo por atracción electrostática. Las cargas estáticas puede atraer partículas de polvo de la misma manera que un imán atrae el metal. La mejor manera de limpiar las partículas es disipando la carga estática que atrae las partículas de polvo. Para ello, lo mejor es utilizar un líquido de limpieza especial que disipe activamente las cargas ESD.
2. Aceites: Estos son más difíciles de limpiar y para ello se debe utilizar un líquido de limpieza específico que disuelva los aceites que se encuentran en los extremos de la fibra sin dañar los materiales utilizados para fabricar el conector, su funda o los componentes circundantes.
3. Sales: Los líquidos de limpieza son capaces de disolver aceites y eliminar partículas, pero muchas veces los propios líquidos de limpieza pueden dejar restos blanquecinos que pueden ser muy difíciles de limpiar. En estos casos, utilizar toallitas o bastoncillos para fibra óptica en combinación con un líquido de limpieza, permitirá una limpieza mecánica más profunda.
En nuestro catálogo de limpieza de fibra óptica encontrará todos los productos adecuados para acabar con estos 4 tipos de contaminantes de fibra óptica de manera eficaz y económica.
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